Tirosina

La tirosina es un aminoácido no esencial que el cuerpo sintetiza a partir de otro aminoácido llamado fenilalanina. Su nombre se debe a los neófitos griegos, que se traduce en el significado de “queso” que se encuentra en la proteína de caseína del queso y otros productos lácteos. Otras fuentes naturales de alimento incluyen pescado, aguacates, plátanos, frijoles, almendras, cacahuetes, girasol y semillas de calabaza.

Este aminoácido juega un papel importante en el metabolismo. Por un lado, interactúa con proteínas que se someten a transducción de señales para iniciar diversos procesos celulares. Las cinasas de receptores de tirosina sirven como vías para el transporte de compuestos de fosfato en un proceso conocido como fosforilación que produce fosfotirosina. Estas actividades incluyen prácticamente todas las proteínas del cuerpo y son responsables de regular la producción de varias enzimas. Además, la tirosina es un precursor de otras sustancias, incluyendo neurotransmisores químicos en el cerebro, hormonas producidas por la tiroides, la glándula pituitaria y las glándulas suprarrenales, y pigmento de melanina en la piel.

Más específicamente, la tirosina es requerida por el cuerpo para sintetizar serotonina, dopamina, epinefrina y norepinefrina. Estos neurotransmisores están involucrados en la señalización entre las células nerviosas y las sinapsis cerebrales. Estos agentes también afectan el estado de ánimo y la libido, por lo que estas sustancias a veces se denominan “hormonas de bienestar”. De hecho, varios estudios indican que los suplementos de este aminoácido pueden ayudar a aliviar el estrés crónico, la ansiedad y la depresión leve.

Una verdadera deficiencia de tirosina es rara, pero el uso anormal ocurre en algunos síndromes. Por ejemplo, el albinismo oculocutáneo se caracteriza por la incapacidad de sintetizar la melanina del aminoácido. La fenilcetonuria se caracteriza por la incapacidad de sintetizar la fenilalanina en tirosina, una condición que puede causar daño cerebral. Aunque esta condición puede constituir una deficiencia, la fenilalanina en la dieta debe evitarse estrictamente y los suplementos de tirosina deben ser supervisados. Los niveles bajos también pueden significar niveles bajos de hormonas tiroideas, una enfermedad que puede promover hipotiroidismo y problemas con el funcionamiento del sistema nervioso central.

Debido a que los suplementos de tirosina rara vez son necesarios, no existen recomendaciones dietéticas estándar. Sin embargo, en ausencia de síndromes raros, como los mencionados anteriormente, un nivel bajo puede estar indicado por una temperatura corporal baja o una presión arterial baja. Se recomienda consultar con un profesional de la salud calificado antes de administrar este aminoácido.

Si se requiere la suplementación de tirosina, está disponible en tabletas o cápsulas en unidades de 50 a 1000 mg. Para facilitar la absorción, se recomienda tomar los suplementos con una comida que contenga carbohidratos, preferiblemente justo antes de acostarse. Además, tomar vitamina B6, ácido fólico -o vitamina B9 como folato- y cobre también ayuda a aumentar la absorción de este aminoácido.