Histidina

La histidina es uno de los 22 aminoácidos derivados de alimentos ricos en proteínas y algunos cereales. Es uno de los aminoácidos aromáticos que son primero aminoácidos esenciales en los bebés humanos, pero que luego se convierten en aminoácidos no esenciales cuando el cuerpo comienza a sintetizarse a partir del imidazol, un compuesto orgánico y el componente aromático del anillo en la estructura química del ácido. La histidina es también un precursor de ciertas aminas y péptidos de aminoácidos, como la histamina y la carnosina. El nombre químico completo de esta sustancia es 2-amino-3-(1H-imidazol-4-il)propanoico, pero a menudo se abrevia como L-histidina, Su, o simplemente “H.”.

Al igual que otros aminoácidos, la histidina se encuentra en casi todas las células del cuerpo y participa en varias funciones biológicas. Es esencial para la formación de la vaina de mielina, la barrera protectora que rodea a las células neurales y promueve la transmisión de señales del cerebro a diferentes partes del cuerpo. También participa en la desintoxicación de metales pesados y otros residuos celulares para su eliminación por el hígado y los riñones. Esta sustancia es necesaria para que el cuerpo produzca glóbulos blancos y rojos. Por último, dado que este ácido participa en la producción de histamina, desempeña un papel importante en la ingesta de las enzimas gástricas necesarias para una correcta digestión, ayudando al sistema inmunológico en respuesta a la presencia de alérgenos y promoviendo la función sexual normal.

La L-histidina es necesaria para permitir que el cuerpo metabolice muchos minerales, incluyendo hierro, zinc, cobre y manganeso. Por ejemplo, con respecto al uso del hierro, necesario para la producción de ferritina y “piel”, también conocido como proteína de almacenamiento de hierro y proteína reguladora de la absorción de hierro, respectivamente. La histidina también es necesaria para producir una variedad de enzimas, como la superóxido dismutasa antioxidante.

Existe evidencia que sugiere que los bajos niveles de histidina, o la alteración del metabolismo, pueden estar asociados con una variedad de trastornos. Por ejemplo, los investigadores sospechan que una deficiencia puede llevar a un mayor riesgo de desarrollar artritis reumatoide en algunas personas. Los niveles anormalmente bajos también se han asociado con la pérdida de audición después de una lesión porque las células especializadas en la vaina de mielina, llamadas “células de Schwann”, no han comenzado a reparar los nervios dañados. Sin embargo, los altos niveles de este aminoácido se han asociado con una mayor prevalencia de depresión y trastornos de ansiedad, así como esquizofrenia.

Aunque la suplementación con este aminoácido puede ser beneficiosa para algunas personas, está contraindicada en otras. Por un lado, sus efectos sobre el sistema nervioso central y la regulación de la histamina sugieren que las personas con trastornos depresivos deben evitarlo a menos que su médico se lo indique. Además, las personas con trastornos renales o hepáticos no deben tomar este aminoácido como suplemento.