Alanina

La alanina es un aminoácido no esencial que puede ayudar al cuerpo a convertir la glucosa en energía. También conocido como L-alanina, el aminoácido también ayuda al proceso hepático y elimina varios tipos de toxinas del cuerpo. Estas funciones ayudan a retardar el proceso de uso de las proteínas musculares para nutrir el cuerpo y mantener niveles saludables de azúcar en la sangre.

El cuerpo produce alanina identificando la presencia de cualquier exceso de aminoácidos en los tejidos o células y transfiriendo los ácidos a una molécula receptora llamada piruvato. El piruvato se crea cuando la glucosa se descompone en el cuerpo. La infusión de estos aminoácidos en exceso resulta en la producción de alanina por piruvato, que luego se mueve a través del hígado. El hígado a su vez descompone este aminoácido y utiliza el contenido de nitrógeno para crear más piruvato y repetir el ciclo de producción. Cualquier exceso de nitrógeno es expulsado del hígado, llevando consigo las toxinas actualmente presentes.

Debido a que el cuerpo es capaz de producir su propia fuente de alanina, el aminoácido se considera no esencial en términos de la necesidad de proporcionar el ácido a través de la ingesta de alimentos o alguna forma de suplemento. Sin embargo, esta condición no esencial se basa en el funcionamiento normal del cuerpo, incluyendo el tratamiento normal de la glucosa en la sangre. En situaciones en las que la capacidad del cuerpo para producir y utilizar alanina se ve afectada, los suplementos pueden ayudar a restaurar el equilibrio normal y facilitar el mantenimiento de niveles saludables de glucosa y apoyar la función hepática.

La suplementación con este aminoácido no esencial puede ser necesaria para personas con varios tipos de problemas de salud. Además de ayudar a las personas con diabetes a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre, las personas que se están recuperando de una enfermedad o dolencia hepática transmitida por alimentos pueden encontrar útil tomar alanina adicional. Las personas con bajos niveles de energía, como las que tienen el síndrome de Epstein-Barr o el síndrome de fatiga crónica, también pueden encontrar que un suplemento de alanina ayuda a minimizar la sensación constante de fatiga.

Afortunadamente, hay un número de alimentos que contienen cantidades variables de alanina. El pescado es un excelente ejemplo, ya que está compuesto por varios tipos de carnes rojas y de cerdo. Muchos productos lácteos, así como los huevos y las aves de corral, también contienen cantidades significativas de este aminoácido no esencial. Los abogados también son una buena fuente cuando se ha determinado que la suplementación sería en el mejor interés de la persona.

Antes de comenzar a tomar suplementos, es importante consultar a un médico. Esto es especialmente cierto si se presenta un problema hepático o renal. Introducir demasiado nitrógeno en el cuerpo puede dificultar que los órganos manejen las toxinas y los desechos de manera eficiente.