Calcificación de la tiroides

La calcificación de la tiroides es la formación de una masa sólida o semisólida en la glándula tiroides. En la mayoría de los casos, una tiroides calcificada es una afección benigna (no cancerosa) que puede no causar síntomas. El tratamiento de la calcificación de la tiroides depende del tipo de nódulo y de la salud general del individuo.

Los nódulos benignos incluyen coloides, adenomas foliculares y algunos quistes que pueden alcanzar 2 cm de diámetro. Los nódulos tiroideos no cancerosos generalmente están llenos de líquido y compuestos de tejido tiroideo. Las calcificaciones benignas generalmente permanecen confinadas a la glándula tiroides. Las calcificaciones de la tiroides compuestas de materiales líquidos y semisólidos pueden ser cancerosas o malignas y deben ser evaluadas. Los nódulos de composición sólida, de gran diámetro y que causan molestias en la zona del cuello también pueden ser malignos.

Signos y síntomas

Esta afección puede ser no tener síntomas. A veces cuando se desarrollan nódulos que progresan rápidamente se puede notar que la base del cuello se hincha o sentir el nódulo a través de la piel.

Los cambios hormonales que resultan de la calcificación de la tiroides pueden llevar a síntomas que pueden incluir:

Causas

La tiroides absorbe el yodo de los alimentos para producir dos hormonas, la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que se utilizan para regular diversos procesos corporales, como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y la producción de proteínas.

La calcitonina, una hormona producida en la glándula tiroides, actúa en combinación con T3 y T4 para regular los niveles de calcio en la sangre, oponiéndose a la acción de la hormona paratiroidea (parathormona).

La calcificación de la tiroides es el resultado de una alteración hormonal dentro de la glándula tiroides que permite una acumulación de sales de calcio, que forman nódulos.

Factores de riesgo

Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar calcificación de la tiroides:

Complicaciones

La producción y distribución de hormonas puede alterarse en presencia de múltiples nódulos tiroideos, lo que conduce al desarrollo de complicaciones graves como:

Las personas con calcificación de la tiroides también pueden desarrollar una enfermedad potencialmente mortal llamada crisis tirotóxica, caracterizada por un empeoramiento grave de los síntomas que requieren atención médica inmediata.

Diagnóstico

La mayoría de los nódulos tiroideos se descubren durante exámenes de rutina para una afección no relacionada. Después de su descubrimiento, el nódulo debe examinarse con más detalle para determinar su composición y para evaluar si indica disfunción tiroidea. Las pruebas utilizadas incluyen:

  • Pruebas de función tiroidea. Estas pruebas miden los niveles de T3 y T4 en la sangre y determinan si la producción es demasiado alta o baja. El hipotiroidismo se puede diagnosticar en personas que producen muy poco y en aquellas que producen demasiado se puede diagnosticar con hipertiroidismo.
  • Biopsia o punción con aguja fina (PAAF). Esta prueba se requiere para determinar si el nódulo es maligno o benigno. Consiste en utilizar una pequeña aguja para tomar una pequeña muestra de células del interior del nódulo, que se envía a un laboratorio para su análisis. Durante una biopsia, la aguja es guiada y monitoreada por ultrasonido para asegurar que esté correctamente posicionada y que se recolecten las células de muestreo apropiadas.

Luego, las células son rociadas en un portaobjetos para verificar si hay cáncer.