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Disfagia

La disfagia es el término médico para la dificultad para tragar. Significa que se necesita más tiempo y esfuerzo para transportar los alimentos o líquidos desde la boca hasta el estómago a través del esófago, lo cual también puede estar asociado con dolor.

La dificultad ocasional para tragar generalmente no es motivo de preocupación y sólo puede ocurrir cuando usted come demasiado rápido o no mastica bien los alimentos. Sin embargo, si persiste, puede indicar una condición médica grave que requiere tratamiento.

Signos y síntomas asociados

Los signos y síntomas que pueden estar asociados con la disfagia pueden incluir:

En los bebés y los niños, los signos y síntomas de dificultades para deglutir pueden incluir:

  • Falta de atención durante la alimentación o las comidas
  • Tensión corporal durante la lactancia materna
  • Negarse a comer alimentos de diferentes texturas
  • Largos tiempos de alimentación (30 minutos o más)
  • Problemas relacionados con la lactancia materna
  • Alimentos o líquidos que salen de la boca
  • Tos o asfixia durante la lactancia materna o las comidas
  • Regurgitación o vómito durante la comida o las comidas
  • Dificultad para respirar mientras come y bebe
  • Pérdida de peso o aumento de peso lento o crecimiento lento
  • Neumonía recurrente

¿Cuándo consultar a un médico?

Si la obstrucción interfiere con la respiración, consulte a un médico inmediatamente. Si no puede tragar debido a una obstrucción, acuda a la sala de emergencias más cercana.

La dificultad leve u ocasional para tragar no suele ser motivo de preocupación ni de acción. Sin embargo, consulte a su médico si tiene dificultad para tragar o si tiene dificultad para tragar si está acompañado de pérdida de peso, regurgitación o vómitos.

Si usted sospecha que su hijo tiene dificultad para tragar, comuníquese con su médico. Su hijo puede ser derivado a un médico que se especializa en el tratamiento de niños con trastornos alimentarios y de la deglución.

Causas

Se necesitan alrededor de 50 pares de músculos y nervios para realizar el simple acto de tragar, y una serie de condiciones pueden interferir con este proceso. Estas condiciones generalmente se clasifican en dos categorías: esofágicas y orofaríngeas. Sin embargo, a veces no se puede identificar la causa de la disfagia.

Disfagia esofágica

La disfagia esofágica se refiere a la sensación de que el alimento se pega o cuelga en la base de la garganta o el pecho. Algunas de las causas de disfagia esofágica incluyen:

  • Acalasia. Esto sucede cuando el músculo esofágico inferior (esfínter) no se relaja adecuadamente para que los alimentos entren al estómago. Los músculos de la pared del esófago pueden estar débiles. Esto puede causar regurgitación de alimentos que aún no han sido mezclados con el contenido del estómago, algunas veces forzándolo a llevar reservas de alimentos por la garganta. Este tipo de disfagia tiende a empeorar con el tiempo.
  • Espasmo esofágico. Esta afección causa contracciones múltiples, mal coordinadas y de alta presión en el esófago, generalmente después de tragar. Los espasmos difusos afectan los músculos involuntarios de las paredes de la parte inferior del esófago.
  • Estenosis esofágica. El estrechamiento del esófago (estenosis) puede llevar a la captura de grandes trozos de alimento. La contracción puede ser el resultado de la formación de tejido cicatricial, a menudo causado por la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), o tumores.
  • Tumores esofágicos. La dificultad para tragar tiende a empeorar gradualmente en presencia de tumores esofágicos.
  • Cuerpos extraños. Algunas veces, los alimentos, como un pedazo grande de carne o cualquier otro lugar, pueden bloquear la garganta o el esófago. Las personas de edad avanzada que usan prótesis y las personas que tienen dificultad para masticar sus alimentos adecuadamente pueden tener más probabilidades de tener un pedazo de alimento alojado en la garganta o el esófago. Los niños pueden tragar objetos pequeños, como clavos, monedas o monedas de juguete, que pueden atascarse.
  • Anillo esofágico. Esta área delgada de estrechamiento en la parte inferior intermitente del esófago puede causar dificultad para tragar alimentos sólidos.
  • Enfermedad patológica de reflujo gastroesofágico (ERGE). El daño a los tejidos esofágicos causado por el ácido gástrico que se acumula (reflujo) en el esófago puede causar espasmos o cicatrices y un estrechamiento de la parte inferior del esófago, dificultando la deglución.
  • Esofagitis eosinofílica. Esta afección, que puede estar relacionada con una alergia alimentaria, es causada por una sobrepoblación de células llamadas eosinófilos en el esófago y puede causar dificultades para deglutir.
  • Esclerodermia. Esta enfermedad se caracteriza por el desarrollo de tejido cicatricial, lo que resulta en el endurecimiento y endurecimiento de los tejidos. Esto puede debilitar el esfínter inferior del esófago, permitiendo que el ácido suba al esófago y cause acidez estomacal frecuente.
  • Radioterapia. El tratamiento del cáncer puede causar inflamación y cicatrización del esófago, lo que puede causar dificultad para tragar.

Disfagia orofaríngea

Algunos trastornos nerviosos y musculares pueden debilitar los músculos de la garganta, dificultando el paso de los alimentos de la boca a la garganta y al esófago (parálisis de la faringe). Usted puede ahogarse, tener náuseas o tos al tratar de tragar, o sentir como si la comida o los líquidos le estuvieran bajando por la tráquea o la nariz. Esto puede causar neumonía. Las causas de la disfagia orofaríngea son:

  • Trastornos neurológicos. Como el síndrome pospoliomielítico, la esclerosis múltiple, la distrofia muscular y la enfermedad de Parkinson.
  • Daño neurológico. El daño neurológico repentino, como un accidente cerebrovascular o daño a la médula espinal o al cerebro, puede causar dificultades para tragar o incapacidad para tragar.
  • Divertículo faríngeo. Se forma una pequeña bolsa y las partículas de comida se acumulan en la garganta, a menudo justo encima del esófago, causando dificultad para tragar, gorgoteo, mal aliento, centros de intercambio de garganta o tos repetida.
  • Cáncer Algunos tipos de cáncer y tratamientos para el cáncer, como la radioterapia, pueden causar dificultad para tragar.

Disfagia en bebés y niños

Las causas comunes de las dificultades para deglutir en bebés y niños son:

  • Trastornos del sistema nervioso, como parálisis cerebral o meningitis
  • Labio leporino o paladar hendido

Factores de riesgo

Estos son los factores de riesgo para la dificultad para deglutir:

  • Envejecimiento. Debido al envejecimiento natural y al desgaste normal del esófago y a un mayor riesgo de ciertas afecciones, como el accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson, las personas mayores tienen un mayor riesgo de tener dificultades para tragar.
  • Algunos problemas de salud. Personas con ciertos trastornos neurológicos del sistema nervioso o que son más propensas a tener dificultad para tragar.

Complicaciones

Dificultad para tragar puede conducir a:

  • Desnutrición y deshidratación. La disfagia puede impedir que usted consuma suficientes alimentos y líquidos para mantenerse bien nutrido e hidratado. Las personas que tienen dificultad para tragar están en riesgo de desnutrición y deshidratación.
  • Problemas respiratorios. Si los alimentos o líquidos entran en las vías respiratorias (aspiración) mientras se intenta tragar, se pueden presentar problemas o infecciones respiratorias, como episodios frecuentes de infecciones respiratorias o neumonía superior.

Diagnóstico

El médico probablemente le hará un examen fÃsico y puede usar varios exámenes para determinar la causa de su problema de deglución.

Las pruebas que su médico o especialista utiliza pueden incluir:

  • Radiografía con medio de contraste (radiografía con bario). Para esta prueba, usted bebe una solución de bario. Esta solución cubre el interior del esófago, permitiéndoles ver mejor en las radiografías. El médico puede observar cambios en la forma del esófago y evaluar la actividad muscular. Su médico también le puede pedir que coma alimentos sólidos o una tableta recubierta de bario para ver los músculos de la garganta durante la deglución o si hay un bloqueo sutil en el esófago que la solución líquida de bario no puede identificar.
  • Estudio sobre la dinámica de la deglución. En este examen, coma alimentos de diferentes consistencias que hayan sido cubiertos con bario. Este examen proporciona una imagen visual de estos alimentos cuando viajan por la boca y la garganta. Es útil para diagnosticar disfagia orofaríngea porque su médico puede ver si hay un problema con la forma en que los músculos de la boca y la garganta funcionan al tragar. Esta prueba también detecta si un producto entra en el tubo de respiración (aspiración).
  • Se pasó un instrumento delgado, flexible y brillante (endoscopio) a través de la garganta para que el médico pudiera ver el esófago. Su médico también puede realizar una prueba llamada evaluación endoscópica de la deglución de fibra óptica (FEES), que utiliza un pequeño tubo de luz (laringoscopio flexible) que se coloca en su nariz. Esto le permite a su médico ver lo que sucede cuando usted traga.
  • Prueba del músculo esofágico (manometría) En la manometría, se inserta un pequeño tubo en el esófago y se conecta a un registrador de presión. Esto le permite medir las contracciones musculares del esófago cuando usted traga.

Tratamiento

El tratamiento de la disfagia a menudo se adapta al tipo o causa particular de su trastorno de la deglución.

Disfagia orofaríngea

En el caso de disfagia orofaríngea, su médico puede remitirlo a un logopeda o a un especialista en deglución, y la terapia puede incluir los siguientes elementos

  • Ejercicios. Algunos ejercicios pueden ayudar a coordinar los músculos de la deglución o reestimular los nervios que activan el reflejo de la deglución.
  • Aprenda técnicas de deglución. También puede aprender maneras sencillas de meterse comida en la boca o de posicionar el cuerpo y la cabeza para ayudarlo a tragar con éxito.

Disfagia esofágica

Los enfoques para tratar la disfagia esofágica pueden incluir:

  • Expansión del esófago. En el caso de un esfínter esofágico tenso (acalasia) o un estrechamiento del esófago, el médico puede usar un endoscopio con un globo especial para estirar y agrandar suavemente el esófago o pasar uno o más tubos flexibles para estirar el esófago (dilatación).
  • En caso de diverticulitis, tumor esofágico, faringe o acalasia, puede ser necesaria la cirugía para despejar la vía esofágica.
  • Medicación. Las dificultades para deglutir asociadas con la ERGE pueden ser tratadas con medicamentos orales recetados para reducir la acidez gástrica. Es posible que necesite tomar estos medicamentos durante mucho tiempo.

Si usted tiene un espasmo esofágico, pero su esófago parece normal y sin ERGE, puede ser tratado con medicamentos para relajar el esófago y aliviar el malestar.

Disfagia grave

Si la dificultad para tragar le impide comer y beber adecuadamente, el médico puede recomendarle que lo haga:

  • Dietas líquidas especiales. Esto puede ayudar a mantener un peso saludable y prevenir la deshidratación.
  • Sonda de alimentación. En casos graves de disfagia, puede ser necesaria una sonda de alimentación para evitar la parte del mecanismo de deglución que no funciona normalmente.

Consejos y soluciones

Hay cosas que puede probar en casa que pueden ayudar a aliviar sus síntomas, por ejemplo:

  • Cambie sus hábitos alimenticios. Trate de comer comidas pequeñas y con más frecuencia. Asegúrese de cortar los alimentos en trozos más pequeños y comer a un ritmo más lento.
  • Pruebe alimentos con diferentes texturas para ver si algunos de ellos causan más problemas. Los líquidos ligeros, como el café y el jugo, son un problema para algunas personas. Y los alimentos pegajosos, como la mantequilla de maní o la leche dulce, pueden dificultar la deglución.
  • Evite el alcohol, el tabaco y la cafeína, que pueden agravar la acidez estomacal.

Prevención

Aunque la dificultad para tragar no se puede evitar, especialmente cuando la causa es neurológica, puede reducir el riesgo de dificultad ocasional para tragar comiendo lentamente y masticando bien los alimentos. La detección temprana y el tratamiento efectivo de la ERGE pueden reducir el riesgo de disfagia asociada con el estrechamiento esofágico.