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Infección de las vías urinarias

Una infección de las vías urinarias es una infección que ocurre cuando las bacterias infectan cualquier parte del tracto urinario, incluyendo los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.

Signos y síntomas

Los síntomas asociados con las infecciones del tracto urinario incluyen:

En general, las infecciones que ocurren en los riñones, son más graves que las que ocurren en el tracto inferior.

Los bebés y los niños a veces contraen estas infecciones, que pueden ocurrir con síntomas de infección del tracto urinario que son diferentes a los de los colegas mayores. Además de los síntomas que se presentan en casos normales, los bebés también pueden sufrir de diarrea y fatiga general.

Las personas mayores con infecciones del tracto urinario a menudo se vuelven muy letárgicas, pueden tener fiebre o hipotermia y pueden tener un estado mental deficiente. En algunos casos, los síntomas de una infección del tracto urinario se interpretan como síntomas de una enfermedad de transmisión sexual; en otros casos, no hay síntomas significativos.

Causas

Las infecciones del tracto urinario son más comunes en mujeres sexualmente activas, personas con diabetes y personas con anemia drepanocítica.

La principal causa de infección urinaria con sangrado es la irritación de la vejiga o la uretra. Algunas veces este sangrado es notorio y el paciente ve un tinte rojo o marrón, pero otras veces, los glóbulos rojos sólo están bajo la supervisión de un profesional de la salud. Algunas veces, la presencia de sangre en la orina puede indicar que una infección se ha propagado a los riñones en lugar de estar aislada en la vejiga y la uretra. Otras veces, la sangre no proviene en absoluto del tracto urinario, ya que las infecciones secundarias son comunes en las mujeres.

En la mayoría de los casos, una infección urinaria con sangrado indica que las bacterias han causado irritación de la uretra, la vejiga o los riñones y han causado algún tipo de herida abierta. El sangrado suele ser mínimo, por lo que la pérdida de sangre no es la principal preocupación. Generalmente no indican que una infección se ha vuelto grave y que se requiere atención médica inmediata. Los antibióticos son el tratamiento más común para la infección del tracto urinario.

Es una buena idea asegurarse de que cuando se trata de una infección urinaria sangrante, la sangre provenga del tracto urinario. Algunas veces, otra infección o condición puede ser la culpable. Esto es particularmente común en las mujeres. Por ejemplo, es frecuente que una infección vaginal migre al tracto urinario, o que las mismas bacterias que causan una infección causen otra. Las infecciones vaginales pueden causar sangrado entre períodos, especialmente si la infección es grave.

Otras veces, el área alrededor de la uretra y la vagina puede irritarse y sangrar cuando se limpia. Esto usualmente aparece como tiras delgadas de sangre en el papel higiénico, y el color varía de rosa a rojo brillante, dependiendo de la severidad del sangrado. Si se determina que el sangrado no es de la uretra, se debe excluir otra infección. Algunas veces, el comienzo de un período menstrual puede confundirse con sangrado del tracto urinario.

Cualquier persona con una infección del tracto urinario con sangrado debe consultar a un médico inmediatamente. Las infecciones generalmente no son graves, pero una vez que las bacterias llegan a los riñones, pueden volverse más graves. Las infecciones renales que no se tratan con el tiempo pueden causar fiebre, náuseas, vómitos, mareos, ardor al orinar, orina turbia, orina espumosa, sensación de urgencia al ir al baño y a veces incluso insuficiencia renal. La velocidad a la cual la infección puede propagarse depende del tipo de bacteria y de la salud general de la persona.

Tratamiento

Algunas personas encuentran útil modificar su dieta durante la infección del tracto urinario para tratar algunos de los efectos secundarios de la infección del tracto urinario. Se sabe que el jugo de arándano rojo alivia la inflamación y combate las infecciones. Es importante mantenerse hidratado, incluso si es doloroso orinar, porque el cuerpo necesita agua para apoyar la función inmunológica, expresar los subproductos de los medicamentos y prevenir infecciones. Las personas que tienen grandes dificultades para orinar pueden discutir las opciones con su médico, así como analgésicos y relajantes musculares para facilitar la micción.