Pterigión

CIE-10: H11.0

Etimología

    Pterigión: Del griego antiguo πτερύγιον (pterúgion, “aleta”).

Un pterigión es un crecimiento benigno del ojo que se extiende más allá de la conjuntiva, la membrana delgada y húmeda que cubre la superficie del ojo y se extiende gradualmente hasta la córnea.

En general, no crece mucho a lo largo de la vida. Incluso puede dejar de crecer después de un tiempo. En casos avanzados, puede seguir creciendo hasta cubrir la pupila del ojo e interferir con la visión.

Normalmente, el pterigión no es una enfermedad grave. Sin embargo, puede causar síntomas molestos, como la sensación de un cuerpo extraño en el ojo. Debido a que es un crecimiento benigno, generalmente no requiere cirugía hasta que alcanza un grado tal que cubre la pupila, obstruyendo la visión.

Signos y síntomas

Algunos pacientes no sienten ninguna molestia porque el pterigión crece lentamente y permanece confinado en la esclerótica (parte blanca del ojo). Los síntomas pueden incluir

  • Ardor
  • Comezón
  • Sensación de un cuerpo extraño en el ojo
  • Desgarro

En casos avanzados, el pterigión puede afectar la visión al invadir la córnea y puede oscurecer el centro óptico de la córnea e inducir astigmatismo y cicatrización de la córnea. Finalmente causa visión borrosa.

Un pterigión puede afectar uno o ambos ojos. Cuando afecta a ambos ojos, se denomina pterigión bilateral.

Causas

El pterigión afecta a las personas que pasan mucho tiempo al aire libre. La mayoría de los especialistas creen que los principales factores de riesgo son:

  • Exposición prolongada a los rayos ultravioleta. Estos crecimientos aparecen cuando los ojos se exponen a los rayos ultravioleta. El riesgo es considerablemente mayor para las personas que viven cerca del ecuador.
  • Ojos secos.
  • Irritantes como el polvo y el viento. También ocurre cuando se vive en áreas secas y polvorientas.

El pterigión se observa más comúnmente en adultos jóvenes de 20 a 40 años de edad. Esto es más común en los hombres que en las mujeres.

A menudo es precedido por una condición no cancerosa llamada pinguécula, una mancha amarillenta o una protuberancia en la conjuntiva cerca de la córnea. Tiende a ocurrir en circunstancias similares a las que contribuyen a la formación del pterigión.

Diagnóstico

Su oculista diagnosticará la enfermedad examinando la parte frontal del ojo con un microscopio llamado lámpara de hendidura.

Tratamiento

Por lo general, el tratamiento no es necesario si los síntomas son leves. Si la afección se agrava, se inflama o se irrita temporalmente, se puede tratar con:

  • Gotas lubricantes.
  • Gotas vasoconstrictoras.
  • Gotas de esteroides.

Cirugía

Si la lesión causa molestias persistentes u obstruye la visión, se puede extirpar quirúrgicamente mediante cirugía ambulatoria. La cirugía puede llevar a complicaciones, como la recurrencia de una lesión más grave. Por lo tanto, sólo se tiene en cuenta si:

  • Los tratamientos conservadores han fracasado
  • La vista del paciente está en peligro
  • El paciente está preocupado por la apariencia estética

El procedimiento generalmente dura de 30 a 45 minutos. Después de la operación, los pacientes generalmente tienen que usar un parche en el ojo durante uno o dos días. Pueden regresar al trabajo o a sus actividades normales después de unos días.

Post-operatorio

La principal complicación de la cirugía pterigial es la recurrencia. Sin un trasplante conjuntival o amniótico, la tasa de recurrencia puede alcanzar el 50%. En caso de trasplante, la tasa se reduce al 10%. Los pacientes deben ser monitoreados cuidadosamente durante un año. La gran mayoría de las recidivas ocurren dentro de los primeros 12 meses después de la cirugía. A menudo se aconseja a los pacientes que usen gotas de esteroides durante varias semanas o meses. Esto puede reducir el riesgo de inflamación y recurrencia del pterigión.

Las complicaciones quirúrgicas también pueden incluir cicatrices en la córnea y perforación de la parte blanca del ojo. En algunos casos, la extirpación quirúrgica del pterigión puede causar astigmatismo.

Prevención

Usted puede prevenir el pterigión y la pinguécula haciendo lo siguiente:

  • Use gafas de sol. Las gafas de sol ofrecen la mejor protección contra la luz ultravioleta, el polvo y el viento. Use gafas de sol, incluso en días nublados, ya que los dañinos rayos ultravioleta penetran en las nubes. Elija gafas de sol que bloqueen el 99 o el 100% de los rayos ultravioletas A (UVA) y B (UVB).
  • Ponte un sombrero. Los especialistas también recomiendan usar un sombrero de ala ancha para proteger sus ojos de los rayos ultravioleta. Un sombrero puede reducir el daño solar en el cuero cabelludo y la cara al mismo tiempo.
  • Lágrimas artificiales. Para mantener los ojos húmedos en un ambiente seco o polvoriento, aplique lágrimas artificiales.

Un pterigión no es lo único que puede ocurrirle a los ojos dañados por los rayos UV. Las personas con ojos claros son propensas a desarrollar problemas de visión si se exponen regularmente a la luz brillante. Los rayos ultravioleta también pueden causar otros problemas como el cáncer de piel.