Conjuntiva

Etimología

    Conjuntiva: Del latín coniunctivus (“que sirve para conectar”), de coniunctus, participio pasado de coniungere.

La conjuntiva es la membrana delgada y transparente que recubre el interior de los párpados y cubre la esclerótica, parte blanca del ojo.

Se alimenta de pequeños vasos sanguíneos que son casi invisibles a simple vista.

Función

La función de la conjuntiva es ayudar a lubricar el ojo produciendo aceites y membranas mucosas, a la vez que evita que los gérmenes entren en el ojo.

Anatomía

La conjuntiva se divide en tres partes:

  • Articulación palpebral o tarsal. Esta es el área de las arrugas de los párpados.
  • Bulbar o conjuntiva ocular. Cubre el globo ocular, por encima de la esclerótica anterior. Esta región de la conjuntiva está estrechamente ligada a la esclerótica subyacente por la cápsula de la espiga y se mueve con los movimientos del globo ocular.
  • Fornix conjuntivo. Forma la unión entre la conjuntiva palpebral y el bulbo. Es flexible, permitiendo la libre circulación de los párpados y del globo ocular.

Trastornos y enfermedades

La superficie del ojo está expuesta a diversas influencias externas y es particularmente sensible a traumas, infecciones, irritaciones químicas, reacciones alérgicas y sequedad. Los trastornos conjuntivales y corneales son una fuente común de problemas oculares, tales como:

  • Leptospirosis. Es una infección causada por la bacteria Leptospira. Los síntomas pueden variar desde ningún síntoma hasta síntomas leves, como dolores de cabeza, dolores musculares y fiebre, y hasta síntomas graves, como sangrado pulmonar o meningitis.
  • Conjuntivocalasia. En los ancianos, la conjuntiva puede estirarse, resultando en la formación de pliegues conjuntivales, una condición llamada conjuntivocalasia. Los síntomas van desde ojos secos, irritación, dolor localizado, sensación de cuerpo extraño, hemorragia subconjuntival y ulceración.
  • Neoplasias. La conjuntiva puede estar afectada por tumores benignos, premalignos o malignos.