Miositis
CIE-10: M60
Etimología
Miositis: Formación irregular del griego antiguo μῦς (mûs, “músculo”) (genitivo μυός (muós)) + -itis, del griego antiguo -ῖτις (-îtis, “inflamación”).
La miositis se refiere a cualquier condición que cause inflamación en uno o más músculos esqueléticos, también conocidos como músculos voluntarios. Estos son los músculos que usted controla conscientemente y que le ayudan a mover su cuerpo.
Las enfermedades de dermatomiositis y polimiositis involucran la miositis. La polimiositis causa debilidad muscular, generalmente en los músculos más cercanos al tronco del cuerpo. La dermatomiositis causa debilidad muscular y un sarpullido.
Signos y síntomas
El síntoma principal de la miositis es la debilidad muscular. La debilidad afecta a grandes grupos musculares, incluyendo el cuello, los hombros, las caderas y la espalda. Los músculos de ambos lados están afectados. Puede llevar a caídas y dificultar el levantarse de una silla o después de una caída.
Otros síntomas de miositis que pueden estar presentes con afecciones inflamatorias incluyen:
Debilidad muscular
Dolor muscular
Erupción cutánea
Cansancio
Dificultad para tragar
Dificultad para respirar
Las personas con miositis inducida por virus generalmente tienen síntomas de una infección viral, como:
Algunas personas con miositis tienen dolor muscular, pero muchas no lo tienen. Hasta la mitad de las personas con miositis inflamatoria que no causa dolor muscular significativo.
La mayoría de los dolores musculares no son causados por miositis, sino por lesiones por estrés o enfermedades comunes como resfriados y gripe. Estos dolores musculares y otros dolores musculares normales se denominan mialgias.
Causas
La miositis es causada por cualquier afección que cause inflamación de los músculos. Las causas de la miositis son infecciones, lesiones, enfermedades autoinmunes y efectos secundarios de los medicamentos.
Condiciones inflamatorias
Las afecciones que causan inflamación en todo el cuerpo pueden afectar los músculos, causando miositis. Muchas de estas causas son enfermedades autoinmunes, en las cuales el cuerpo ataca sus propios tejidos. Las afecciones inflamatorias que causan miositis potencialmente grave incluyen:
- Dermatomiositis.
- Polimiositis.
- Myosite por organizaciones de inclusión.
- Lupus.
- Esclerodermia
- Artritis reumatoide
Las enfermedades inflamatorias son a menudo las causas más graves de la miositis, que requiere un tratamiento a largo plazo.
Infecciones
Las infecciones virales son las infecciones más comunes que causan la miositis. En raras ocasiones, las bacterias, hongos u otros organismos pueden causar miositis de esta manera. Los virus o bacterias pueden invadir directamente el tejido muscular o liberar sustancias que dañan las fibras musculares. Los virus del resfrío y la gripe, así como el VIH, son sólo algunos de los virus que pueden causar miositis.
Medicamentos
Muchas drogas y medicamentos diferentes pueden causar daño muscular temporal. Como la inflamación muscular no se identifica con frecuencia, el problema muscular puede llamarse miopatía en lugar de miositis. Los medicamentos que causan miositis o miopatías lo son:
- Estatinas.
- Colchicina.
- Plaquenil (hidroxicloroquina).
- Cocaína.
- Alcohol
La miopatía puede ocurrir inmediatamente después de comenzar un medicamento o después de varios meses o años. Algunas veces es causada por una interacción entre los dos medicamentos. La miositis inducida por medicamentos es poco frecuente.
Lesión
El ejercicio vigoroso puede causar dolor muscular, hinchazón y debilidad durante horas o días después de un entrenamiento. La inflamación contribuye a estos síntomas, lo que técnicamente la convierte en una forma de miositis. Los síntomas de la miositis después del ejercicio o de una lesión casi siempre desaparecen por completo con el descanso y la recuperación.
Rabdomiólisis
La rabdomiólisis ocurre cuando los músculos se descomponen rápidamente. El dolor muscular, la debilidad y la hinchazón son síntomas de rabdomiólisis. La orina también puede volverse de color marrón oscuro o rojo.
Diagnóstico
Un médico puede sospechar de miositis debido a síntomas de debilidad muscular, dolor u otros signos. Los exámenes de detección de la miositis incluyen:
- Análisis de sangre. Los niveles altos de enzimas musculares, como la creatina cinasa, pueden sugerir la presencia de tejido muscular. Otros exámenes de sangre para detectar anticuerpos anormales que pueden identificar la enfermedad inflamatoria autoinmunitaria.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM). Un escáner equipado con un imán potente y una computadora crea imágenes de los músculos. La RMN puede ayudar a identificar áreas de miositis y cambios musculares con el tiempo.
- Electromiografía (EMG). Al insertar electrodos de aguja en los músculos, el médico puede examinar la respuesta de los músculos a las señales nerviosas eléctricas. La EMG se utiliza para identificar los músculos débiles o dañados causados por la miositis.
- Biopsia de músculo. Es la prueba más precisa para el diagnóstico de la miositis. El médico identifica un músculo débil, hace una pequeña incisión y toma una pequeña muestra de tejido muscular para examinarlo. La biopsia muscular permite realizar un diagnóstico definitivo en la mayoría de las personas con miositis.
Las causas de la debilidad muscular y el dolor son mucho más comunes que la miositis, y la detección de la miositis no es un proceso simple. Por estas razones, el proceso de diagnóstico de la miositis puede prolongarse.
Tratamiento
El tratamiento de la miositis varía según la causa. Las afecciones inflamatorias que causan miositis pueden requerir tratamiento con medicamentos que inhiben el sistema inmunitario, como prednisona, imán y metotrexato.
La miositis causada por una infección suele deberse a un virus y no es necesario un tratamiento específico. La miositis causada por bacterias es poco frecuente y generalmente requiere antibióticos intravenosos para prevenir la diseminación de una infección potencialmente mortal.
Aunque la rabdomiólisis rara vez resulta de la miositis, puede causar daño renal permanente. Las personas con rabdomiólisis son hospitalizadas para recibir grandes cantidades de líquidos intravenosos continuos.
La miositis relacionada con medicamentos se trata interrumpiendo el medicamento. En la miositis por estatinas, la inflamación muscular generalmente desaparece a las pocas semanas de suspender el tratamiento.