Hemoperitoneo

Etimología

    Hemocromatosis: hemo-, del griego antiguo αἱμο- (haimo-), similar a αἷμα (haîma, “sangre”) +‎ περί- (perí-, “alrededor”) + τόνος (tónos, “estirar”) + -αιος (-aios, “sufijo para formar un adjetivo”).

El hemoperitoneo se refiere al estado en el que hay sangre en la cavidad peritoneal.

Las afecciones asociadas con el hemoperitoneo se consideran emergencias médicas porque una fuga de sangre dentro de la cavidad peritoneal indica insuficiencia orgánica. Además, como la sangre es un irritante tóxico para las células fuera de los vasos sanguíneos, debe limpiarse inmediatamente. Cuando la sangre está presente en la cavidad peritoneal, generalmente se manifiesta externamente como decoloración del abdomen.

Causas

El hemoperitoneo ocurre cuando uno de los órganos o vasos sanguíneos perfora, reporta rupturas o sufre un trauma. Por ejemplo, con un traumatismo penetrante o directo en el abdomen, el bazo o el hígado pueden resultar lesionados. Cuando se produce un daño mecánico en estos órganos, la fuga de sangre se vuelve inevitable, lo que resulta en hematoperitoneo.

Una causa común de hematoperitoneo en las mujeres es el embarazo ectópico. En el embarazo ectópico, el embrión se implanta en partes del sistema reproductivo femenino que no son ideales para el crecimiento y el desarrollo. Los sitios más comunes de embarazo ectópico son las trompas de Falopio y los ovarios. Cuando el embrión excede su suministro de sangre y aumenta de tamaño, la ruptura es inminente. Después de la ruptura, la sangre se vierte en la cavidad y causa hemoperitoneo.

Otro órgano reproductivo que podría verse afectado por el hematoperitoneo es el útero, un órgano muscular fuerte y rico en sangre. Cuando se rompe, una gran cantidad de sangre fluye hacia la cavidad peritoneal. Una cesárea previa es el factor predisponente más común para la ruptura uterina y el hemoperitoneo posterior.

La perforación de la úlcera gástrica es una de las causas de la gastroenterología del hemoperitoneo, pero es menos frecuente. Las causas más comunes de úlceras gástricas son la persistencia de altos niveles de ácido gástrico y la colonización de la mucosa gástrica por la bacteria Helicobacter pylori. Con una úlcera, hay una erosión de la membrana mucosa. Si este proceso no se detiene o cura, la erosión llega a las partes más externas del tubo gástrico y se crea un agujero. Los vasos sanguíneos también se rompen durante la perforación, de modo que el hemoperitoneo puede seguir.

Tratamiento

En el caso del hemoperitoneo, se realiza una intervención quirúrgica inmediata para localizar el origen del sangrado.

Si el bazo está gravemente afectado, se extirpa mediante un procedimiento llamado esplenectomía.

En los casos en que el hígado está afectado, los cirujanos pueden optar por limpiar la esponja y administrar trombina.

Si las arterias abdominales principales están afectadas, se sujetan y ligan. Se limpia la sangre y se administran coagulantes sanguíneos para prevenir daños mayores.