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Espermatocele

Etimología

    Espermatocele: spermato-, del griego antiguo σπέρμα, σπέρματος (spérma, spérmatos, “semilla”) + κήλη (kḗlē, “tumor, hernia”).

Un espermatocele es un quiste en el epidídimo, que es un tubo en el testículo que almacena y transporta espermatozoides.

Este tipo de quiste generalmente es pequeño y benigno. A menudo contiene un líquido lechoso, que normalmente contiene semen muerto. La mayoría de los hombres que tienen un espermatozoide no necesitan tratamiento a menos que sea muy grande o incómodo. En este caso, a menudo se recomienda la cirugía para extraer el espermatocele.

Signos y síntomas

El espermatocele a menudo no causan síntomas al principio. Suelen medir menos de 1,2 cm de largo y a menudo se sienten sólo durante el autoexamen testicular o el cribado del cáncer testicular. En caso de hipertrofia, pueden causar dolor, hinchazón o una sensación de pesadez en el testículo.

Diagnóstico

Para diagnosticar el esperma, el médico a menudo realiza un examen manual. El médico también puede tener un lumen que va desde el escroto hasta el escroto para ver si la masa está llena de líquido o sólido. La luz generalmente pasa a través de este tipo de quiste lleno de líquido, pero no a través de una masa sólida, como una hernia o un tumor canceroso. El médico también puede recomendar una ecografía testicular, la cual también puede ayudar a mostrar si la masa está llena de líquido.

Tratamiento

Si un espermatozoide se agranda o causa síntomas, el médico puede recomendar una cirugía llamada electrólisis de espermatozoides. En general, una espermatocelectomía consiste en cortar el escroto y extraer el quiste de espermatocele a través de la abertura. Como con la mayoría de los procedimientos quirúrgicos, no puede haber riesgo para este procedimiento. Para una espermatocelectomía en particular, los riesgos generalmente incluyen infertilidad, moretones y dolor.

La escleroterapia es otro tratamiento de esperma menos común. Este procedimiento se realiza haciendo una pequeña incisión en el escroto e insertando una aguja en el quiste para extraer el líquido. Por lo general, se inyecta una sustancia química en la bolsa de quiste vacía. Este químico generalmente ayuda a que el tejido cicatricial crezca dentro de la bolsa, lo cual puede ayudar a prevenir que la bolsa se llene de líquido. También puede haber riesgos asociados con este procedimiento, como infertilidad, sangrado e infección.

Debido a que el semen generalmente no causa problemas y los procedimientos de extracción pueden ser muy riesgosos, muchos proveedores de atención médica simplemente sugieren que se los controle hasta que sea necesario el tratamiento. Los autoexámenes y exámenes regulares con un médico pueden ayudar a detectar cualquier cambio en el espermatocele. También pueden ayudar a detectar otras masas que pueden necesitar atención.