Ureteroscopia

La ureteroscopia es un procedimiento médico que consiste en examinar el tracto urinario superior con un endoscopio. Este instrumento de fibra óptica llega a su destino a través de la uretra y la vejiga. El propósito general de la ureteroscopia es diagnosticar la presencia de cálculos nefríticos, pero también se puede hacer para eliminarlos o separarlos usando tecnología láser. Aunque el procedimiento generalmente se realiza de forma ambulatoria, requiere anestesia general. Dependiendo del número, tamaño y ubicación de los cálculos, el procedimiento puede tomar de 30 minutos a varias horas.

Cuando el paciente está dormido, sus piernas se ponen en un “temperamento”, también llamado situación de litotomía. Esto permite al médico insertar una aguja guía preliminar para pasar a través del endoscopio del uréter más simple. Sin embargo, si debe ser muy difícil insertar el endoscopio, su médico puede usar un dispositivo similar a un globo para inflar el uréter. Una vez más, el paciente está dormido en esta etapa y no siente ninguna molestia.

Cuando se completa la ureteroscopia, el médico inserta un stent en el uréter para promover la cicatrización. Es sólo temporal. De hecho, el paciente regresa al consultorio del médico para retirar el stent en unos pocos días. Sin embargo, en los raros casos en los que el uréter se perfora durante todo el procedimiento, puede ser necesario un stent “JJ” de larga duración. Se puede ordenar una cirugía de seguimiento para prevenir el estrechamiento o estrechamiento del uréter y la posible pérdida de la función renal.

Su médico le recetará medicamentos para ayudar a los pacientes a controlar el dolor y prevenir infecciones mientras se recuperan en casa. La mayoría de los pacientes pueden esperar alguna molestia en las semanas posteriores a la ureteroscopia, especialmente en el sitio del stent. Algunos pacientes también experimentan dolor de costado al orinar y también pueden pasar pequeñas cantidades de sangre a través de la orina. Además, si los cálculos se rompieron durante el procedimiento, también se pueden aprobar trozos pequeños. Si es posible, el paciente debe tratar de tomar estas muestras para una mayor investigación.

El planeta entero no es un aspirante a este procedimiento. Por un lado, esto no se puede hacer si hay signos de infección existente o hemorragia incomprensible. Además, aunque la ureteroscopia ofrece una alternativa parcialmente no invasiva y sin cicatrices a la cirugía abierta, implica ciertos peligros. Aunque se toman todas las precauciones para evitar dañar el uréter, a veces se genera y puede requerir cirugía para corregirlo. Finalmente, aunque hasta el 90% de los cálculos renales se resuelven mediante este procedimiento, esto no excluye el desarrollo futuro de los cálculos.