Nefrolitotomía percutánea

Una nefrolitotomía percutánea es un procedimiento quirúrgico que elimina los cálculos renales. El método más común es la nefrolitotomía percutánea, que consiste en hacer una pequeña incisión en la espalda e insertar instrumentos a través de un tubo en el riñón para eliminar los cálculos. La cirugía abierta, que implica una incisión más grande para acceder directamente al riñón, no se realiza con frecuencia, pero puede ser necesaria cuando el cálculo es muy grande o no se puede extraer de ninguna otra manera. Por lo general, la cirugía se recomienda sólo cuando el paciente es incapaz de expulsar naturalmente un cálculo renal a través de la orina y cuando otras técnicas (como la litotricia) no han tenido éxito.

¿Qué son los cálculos renales?

Los cálculos renales se forman cuando la orina está sobresaturada con ciertos minerales, como el calcio y el ácido úrico. Pueden ocurrir en pacientes con baja producción urinaria, alta excreción de sal u orina ácida. Los cálculos renales varían en tamaño, desde cristales microscópicos hasta pelotas de golf, y algunas veces pueden salir del cuerpo en un chorro de orina. Si son grandes, su paso del riñón a la uretra y fuera del cuerpo puede ser muy doloroso.

¿Cuándo es apropiada la cirugía?

Por lo general, un cirujano sólo realizará una nefrolitotomía cuando los cálculos son muy grandes -más de 2 cm de diámetro- o de forma irregular. Los profesionales de la salud a menudo prueban otros métodos más conservadores, como esperar a que el cálculo pase naturalmente o usar medicamentos que ayuden a que el sistema urinario se relaje para que el cálculo pueda moverse, antes de recomendar un tratamiento más invasivo. Sin embargo, es posible que sea necesario extraer los cálculos que causan dolor extremo, infección o bloqueo del flujo de orina. La cirugía tiene una tasa de éxito del 95%.

El procedimiento quirúrgico

Los pacientes que se someten a nefrolitotomía percutánea reciben anestesia general, regional o espinal antes de que comience el procedimiento. Primero, determine la ubicación del cálculo en el riñón y luego haga una pequeña incisión en la parte baja de la espalda del paciente. Una aguja pasó a través de la incisión en el riñón y un alambre guía pasó a través de la aguja. Luego se pasa un tubo a través de la aguja guía y se extrae el cálculo a través del tubo. Si el cirujano aplasta el cálculo con ondas de choque o con un láser antes de la extracción, el procedimiento se conoce como nefrolitrotripsia.

Una nefrolitotomía abierta generalmente se realiza bajo anestesia general. Se hace una incisión más grande en la parte posterior o lateral del paciente para que se pueda ver el riñón afectado. El órgano se corta de tal manera que se puedan extraer los cálculos. Debido a que este tipo de cirugía requiere incisiones más grandes, el riesgo de sangrado o infección es mayor que con la nefrolitotomía percutánea, y la recuperación del paciente puede tomar más tiempo. Un procedimiento abierto es raro y sólo se realiza cuando el cálculo es muy grande o cuando es difícil acceder a él por vía percutánea en el riñón.

Después de la operación

Un paciente que se somete a una cirugía a menudo puede esperar dos o tres días después del procedimiento para permanecer en el hospital. Él o ella probablemente tendrá un catéter urinario y un tubo de nefrostomía que va directamente del riñón para drenar la orina durante varios días después de la cirugía. Se anima a los pacientes a beber grandes cantidades de agua durante el proceso de curación; algo de sangre en la orina es normal. La mayoría de las personas pueden volver a trabajar después de unas pocas semanas.

Los pacientes deben esperar experimentar dolor y fatiga después de la cirugía, pero deben comenzar a levantarse y caminar tan pronto como el personal médico diga que es seguro hacerlo. Esto puede ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre. También se pueden recomendar ejercicios respiratorios para ayudar a prevenir infecciones pulmonares. Es posible que el paciente sólo pueda comer cubitos de hielo y una pequeña cantidad de agua el primer día después de la cirugía, pero por lo general comienza a volver a una dieta normal en uno o dos días.

Riesgos

Los riesgos de una nefrolitotomía incluyen sangrado, que puede ocurrir si los vasos sanguíneos del órgano se dañan durante la cirugía. El riñón se puede cortar con el bisturí, pero esta complicación no es grave y generalmente se corrige por sí sola. Una complicación poco común pero más grave es el daño a los órganos cerca de los riñones; en algunos casos, el bazo, el hígado o la vesícula biliar han sido dañados. Cualquier procedimiento quirúrgico conlleva un riesgo de infección.

En algunos casos, una nefrolitotomía percutánea puede convertirse en una nefrolitotomía abierta si el cirujano encuentra problemas durante el procedimiento. La cirugía abierta tiene un mayor riesgo de infección y un tiempo de recuperación más largo.

Otros tratamientos

Antes de la cirugía, un profesional de la salud puede recomendar la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LESD). Este tratamiento utiliza ondas sonoras fuertes para romper los cálculos, permitiéndoles pasar a través de la orina o haciendo que sean más fáciles de remover mediante cirugía. Aunque menos invasivo, COPLE puede ser doloroso y dejar moretones en la espalda o el estómago.

La ureteroscopia también puede ser una opción para el tratamiento de los cálculos renales. En este procedimiento, se inserta un tubo en el riñón a través del uréter, permitiendo que la orina fluya fuera del cuerpo y que se inserten instrumentos a través de él para el órgano. Cuando se utiliza con litotricia ESWL, electrohidráulica o láser, el cálculo puede romperse en pedazos y luego ser retirado por el tubo.