Holoprosencefalia

CIE-10: Q04.2

Etimología

    Holoprosencefalia: Del griego antiguo ὅλος (hólos, “entero”) + πρόσω (prósō, “adelante”) + ἐγκέφαλος (enképhalos, “cerebro”) + -ia, del griego antiguo -ία (-ía, sufijo añadido a los adjetivos para formar sustantivos abstractos).

La holoprosencefalia es un trastorno cefálico en el que el prosencefalo (el antiguo cerebro del embrión) no se desarrolla en dos hemisferios.

Normalmente, el cerebro anterior se forma y la cara comienza a desarrollarse en la quinta y sexta semana de embarazo. La enfermedad también está presente en otras especies.

La afección puede ser leve o grave. En la mayoría de los casos de holoprosencefalia, las malformaciones son tan graves que los bebés mueren antes de nacer.

Cuando el cerebro anterior del embrión no se divide para formar hemisferios bilaterales del cerebro (la mitad derecha e izquierda del cerebro), causa defectos en el desarrollo facial y en la estructura y función del cerebro.

En casos menos severos, los bebés nacen con un desarrollo cerebral normal o casi normal y malformaciones faciales que pueden afectar los ojos, la nariz y el labio superior.

Signos y síntomas

Los síntomas de la holoprosencefalia varían de leves (sin defectos faciales u orgánicos, anosmia o un solo incisivo central) a moderados a severos (ciclopía). Hay tres clasificaciones de holoprosencefalia.

La patología macroscópica muestra un caso de holoprosencefalia alobular.

  • La holoprosencefalia allobar, la forma más grave en la que el cerebro es incapaz de separarse, suele estar asociada con anomalías faciales graves, incluida la ausencia de una nariz y unos ojos fusionados en una sola estructura media (véase Ciclopía).
  • La holoprosencefalia semilobular, en la que los hemisferios del cerebro se han dividido ligeramente, es una forma intermedia de la enfermedad.
  • La holoprosencefalia lobular, en la cual hay evidencia considerable de hemisferios cerebrales separados, es la forma menos grave. En algunos casos de holoprosencefalia lobular, el cerebro del paciente puede ser casi normal.
  • intelencefalia, o variante interhemisférica media de la holoprosencefalia (MIHV), en la que el lóbulo frontal posterior y el lóbulo parietal no están adecuadamente separados, pero la superficie basal del cerebro anterior está adecuadamente separada; puede que no sea una variante de la ESP en absoluto, pero actualmente se clasifica como tal.

Presentación

La holoprosencefalia consiste en un espectro de defectos o malformaciones del cerebro y la cara. En el extremo más grave de este espectro se encuentran los casos de malformaciones cerebrales graves, malformaciones tan graves que a menudo provocan abortos espontáneos o la muerte del feto. En el otro extremo del espectro se encuentran las personas con anomalías faciales que pueden afectar a los ojos, la nariz y el labio superior, así como al desarrollo normal o casi normal del cerebro. Pueden ocurrir convulsiones y retraso mental.

La más grave de las anomalías faciales es la ciclopía, una anomalía caracterizada por el desarrollo de un solo ojo, localizado en el área normalmente ocupada por la raíz de la nariz, y la ausencia de una nariz en forma de tubo o nariz (apéndice tubular) localizada sobre el ojo. Esta afección también se conoce como ciclocefalia o sinoftalmia y es muy rara.

Causas

La(s) causa(s) exacta(s) del HPE aún no ha sido determinada(s), aunque se pueden sospechar toxinas. El gen sónico del erizo, que está involucrado en el desarrollo del sistema nervioso central, puede tener una mutación y causar Holoprosencefalia (USMLE First Aid 2014). Sin embargo, a menudo parece que no hay una causa específica.

Genética

Armand Marie Leroi describe la causa de la ciclopía como una disfunción genética durante el proceso por el cual el embrión cerebral se divide en dos. Es sólo más tarde que la corteza visual toma una forma reconocible y, en esta etapa, es probable que un individuo con una sola región cerebral anterior tenga un solo ojo, quizás bastante grande (en este momento, los individuos con hemisferios cerebrales separados forman dos ojos).

El aumento de la expresión de genes como el Pax-2, así como la inhibición del Pax-6, del notocordio, han sido implicados en la diferenciación normal de las estructuras cefálicas medianas. La expresión inapropiada de cualquiera de estos genes puede llevar a formas de holoprosencefalia de leves a severas. Se han identificado otros genes candidatos, incluyendo SHH (holoprosencefalia tipo 3 también conocida como HPE3), TGIF, ZIC2 y Six3.

Aunque muchos niños con holoprosencefalia tienen cromosomas normales, se han identificado anomalías cromosómicas específicas en algunos pacientes (trisomía del cromosoma 13, también conocido como síndrome de Patau). Existen pruebas de que, en algunas familias, la PSE es hereditaria (herencia autosómica dominante y herencia autosómica o recesiva ligada al cromosoma X). Los padres y los miembros de la familia deben evaluar cuidadosamente las características compatibles con la transmisión familiar de la enfermedad (por ejemplo, un único incisivo superior).

Factores no genéticos

Se han identificado muchos factores de riesgo posibles, incluyendo diabetes gestacional, infección transplacentaria (el “complejo TORCH”), hemorragia en el primer trimestre y antecedentes de aborto espontáneo. Además, este trastorno se encontró con el doble de frecuencia en bebés de sexo femenino. Sin embargo, no parece haber una correlación entre la PSE y la edad materna.

Existen pruebas de una correlación entre el HPE y el uso de diversos fármacos clasificados como potencialmente peligrosos para las mujeres embarazadas y lactantes. Estos incluyen insulina, anticonceptivos orales, aspirina, litio, torazina, ácido retinoico y anticonvulsivos. También existe una correlación entre el consumo de alcohol y de HPE, así como la nicotina, las toxinas de los cigarrillos y las toxinas presentes en el humo de los cigarrillos durante el embarazo.

Previsiones

El EPS no es una condición en la cual el cerebro se deteriora con el tiempo. Aunque los trastornos convulsivos graves, la disfunción autónoma, los trastornos endocrinos complicados y otras afecciones potencialmente mortales a veces pueden estar asociados con la HPS, la mera presencia de HPS no significa que estos problemas graves se produzcan o se desarrollen con el tiempo, sin ninguna indicación o advertencia previa. Estas anomalías se detectarán poco después del nacimiento o en los recién nacidos, pero sólo si las áreas del cerebro que controlan la función están fusionadas, malformadas o ausentes.

El pronóstico depende del grado de fusión y malformación cerebral, así como de otras complicaciones de salud que puedan estar presentes.

Las formas más graves de encefalopatía suelen ser mortales. Este trastorno consiste en un espectro de defectos, malformaciones y anomalías asociadas. La discapacidad se basa en el grado en que el cerebro se ve afectado. Los defectos moderados a graves pueden causar retraso mental, tetraparesia espástica, movimientos atetoides, trastornos endocrinos, epilepsia y otras enfermedades graves; los defectos cerebrales leves sólo pueden causar problemas de aprendizaje o de comportamiento con algunos trastornos motores.

Las convulsiones pueden desarrollarse con el tiempo, siendo el riesgo más alto antes de los 2 años de edad y el inicio de la pubertad. La mayoría son controlados por un solo medicamento o una combinación de medicamentos. Las convulsiones difíciles de controlar a menudo aparecen poco después del nacimiento y requieren combinaciones más agresivas de medicamentos y dosis.

La mayoría de los niños con PSA están en riesgo de niveles altos de sodio en la sangre durante una enfermedad moderada a grave, lo cual afecta la ingesta de líquidos incluso si no han sido previamente diagnosticados con diabetes insípida o hipernatremia.