Malformaciones congénitas del sistema nervioso

Los defectos congénitos más comunes varían de acuerdo a varios factores, incluyendo el lugar de nacimiento del bebé y su ascendencia genética. Las malformaciones congénitas comunes incluyen defectos cardíacos congénitos, labio leporino y paladar hendido, defectos del tubo neural y anomalías gastrointestinales. Es importante que las personas sepan que aunque se pueden tomar algunas medidas para reducir el riesgo de defectos de nacimiento, como tomar vitaminas durante el embarazo, no todas las anomalías se pueden evitar. El cuidado prenatal puede ayudar a los padres a identificar, tratar y preparar las anomalías del desarrollo antes de que nazca el bebé.

Al examinar las estadísticas de anomalías congénitas, hay que tener en cuenta una serie de factores. Algunas poblaciones están en mayor riesgo de defectos de nacimiento como resultado de problemas de desarrollo fetal debido a la exposición a toxinas ambientales, pobreza que limita el acceso a la atención prenatal y su entorno. La genética también puede jugar un papel; las personas de origen judío, por ejemplo, son más propensas a padecer ciertas enfermedades genéticas; a nivel mundial, la frecuencia de los defectos congénitos varía considerablemente, con tasas que varían de un país a otro.

Los defectos del tubo neural que afectan a la columna vertebral y al cerebro se observan en el 0,1% de la población, mientras que el labio leporino y el paladar hendido se producen en uno de cada 700 a 1.000 bebés. Otros defectos congénitos comunes incluyen trastornos musculoesqueléticos, enfermedades metabólicas, anormalidades oculares y anormalidades del tracto digestivo. Estas malformaciones congénitas son principalmente el resultado de anormalidades en el desarrollo.

Los trastornos genéticos son más o menos comunes en la población. Algunos son extremadamente raros, con sólo unos pocos casos documentados en la población general. Otras, como las anormalidades cromosómicas, son relativamente comunes y se pueden observar en un porcentaje mayor de la población. Los trastornos genéticos están influenciados por la edad de la madre, así como por la historia genética de los padres. La detección de defectos, incluyendo trastornos genéticos, incluye ultrasonido prenatal y pruebas como el muestreo de vellosidades coriónicas.

Otro elemento a tener en cuenta al considerar las estadísticas sobre malformaciones congénitas es que las malformaciones congénitas pueden variar en gravedad de una persona a otra. Algunas anomalías cardíacas, por ejemplo, son mortales, mientras que otras son tan benignas que no se pueden descubrir durante varios años. Esta variación en la severidad también puede llevar a una variación en las estadísticas porque los investigadores pueden usar diferentes puntos de corte al compilar las estadísticas.