Hipertrofia de adenoides

La hipertrofia de adenoides se refiere a la hipertrofia o inflamación de las glándulas en la parte superior y posterior de la boca, llamadas adenoides.

Las amígdalas y las adenoides trabajan juntas, jugando un papel en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmunológico. Las adenoides son pequeñas al nacer el bebé, crecen durante la lactancia, alcanzan su punto máximo al final de la lactancia o al comienzo de la adolescencia y luego comienzan a encogerse nuevamente. Las adenoides grandes son frecuentes y normales en la infancia, y muchos casos de hipertrofia de adenoides desaparecen con la edad.

Signos y síntomas

Los síntomas de la hiperplasia adenoidea incluyen dificultad para respirar por la nariz, ronquidos o congestión nasal recurrente o prolongada. En las infecciones agudas, la hiperplasia de adenoides a menudo se agrupa con amigdalitis porque las amígdalas hinchadas e hinchadas son más fáciles de ver que las adenoides.

Los niños que han tenido adenoides altamente agrandadas durante un largo período de tiempo pueden desarrollar cambios en la voz y en los rasgos faciales causados por la respiración bucal constante.

Causas

El crecimiento excesivo de adenoides puede ocurrir por varias razones. La hipertrofia de adenoides puede ser sólo una parte del patrón de crecimiento normal o las glándulas pueden no dejar de crecer después de alcanzar su tamaño normal.

Algunas veces, la hiperplasia adenoidea ocurre cuando un niño tiene infecciones recurrentes, como infecciones sinusales, infecciones del oído o estreptococos. Las glándulas se hinchan para combatir mejor la infección y es posible que no se contraigan por completo.

Si un niño tiene muchas infecciones, el efecto acumulativo de este patrón de crecimiento puede llevar a la formación de adenoides lo suficientemente grandes como para causar problemas.

Tratamiento

El tratamiento depende principalmente de la gravedad de la afección y, en parte, de su causa.

La cirugía a veces es necesaria para la hiperplasia de adenoides, y fue una vez el tratamiento de elección para esta afección. Ahora se sabe que las amígdalas y las adenoides juegan un papel importante en la inmunidad de los niños, y los profesionales de la salud tratan de evitar eliminarlas a menos que los síntomas sean graves, crónicos u otros tratamientos hayan fallado. La cirugía, llamada adenoidectomía, a menudo se asocia con amigdalectomía o extirpación de las amígdalas. Se utiliza un espejo y/o instrumentos quirúrgicos de imagen para visualizar las adenoides, que luego son extirpadas por la boca.

Si la hiperplasia de adenoides no es lo suficientemente grave como para justificar la cirugía, existen otras opciones. Los tratamientos a base de hierbas pueden ayudar al sistema inmunológico a trabajar y aliviar las glándulas inflamatorias. El tratamiento con antibióticos se utiliza para combatir la infección subyacente antes de que las adenoides se vuelvan demasiado grandes. Las alergias alimentarias pueden causar infecciones recurrentes o reacciones del sistema inmunológico, por lo que la eliminación de los alimentos en cuestión a menudo resuelve el problema subyacente.