Espirometría
La espirometría es un examen utilizado para medir la función pulmonar. Es parte de las pruebas de la función pulmonar que se pueden utilizar para el diagnóstico, monitoreo y tratamiento de enfermedades pulmonares.
La espirometría puede ayudar a detectar el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras afecciones que pueden causar dificultades respiratorias.
El procedimiento es relativamente rápido, indoloro y puede realizarse en el consultorio del médico o en el hospital.
Indicaciones
El examen determina la cantidad de aire que una persona puede inhalar y exhalar de los pulmones y la rapidez con que se puede expulsar el aire de los pulmones. Si los resultados de la prueba están por debajo del promedio, esto podría indicar un problema de función pulmonar.
Con una prueba de espirometría, un médico puede determinar si hay algún deterioro en las vías respiratorias que afecte la respiración del paciente. También puede ayudar a determinar si el medicamento puede ayudar al paciente a respirar mejor. Además de ser útil en el diagnóstico** del asma**, puede ayudar a detectar enfermedades pulmonares obstructivas crónicas como enfisema o bronquitis crónica e indicar el estadio de la enfermedad.
A las personas tratadas por trastornos pulmonares crónicos a menudo se les aconseja realizar la espirometría a intervalos de uno a dos años.
Algunas enfermedades pulmonares, como la fibrosis quística o el asma, pueden controlarse mediante espirometría de rutina, y algunos pacientes utilizan aparatos domésticos para una vigilancia intensiva. Los cambios significativos en los resultados de la espirometría pueden indicar un problema que necesita ser tratado antes de que empeore.
Descripción de la prueba
Espirómetro
Esta prueba utiliza un espirómetro, un dispositivo que mide el caudal de aire. Existen diferentes tipos de espirómetros. En todos los casos, se conecta a un tubo a través del cual el paciente sopla mientras dure la prueba.
Procedimiento
Por lo general, se le pide al paciente que respire profundamente y luego exhale con fuerza durante el mayor tiempo posible, si es posible durante al menos 6 segundos. Luego, el paciente respira con dificultad. El espirómetro registra la duración de la exhalación y la inhalación, así como el volumen de aire que entra y sale de los pulmones.
Generalmente se le pide al paciente que repita una serie de ejercicios tres veces para obtener un promedio.
Algunas veces, el médico puede administrar al paciente un broncodilatador, un fármaco que abre las vías respiratorias en los pulmones y facilita el paso del aire. Luego se repite la prueba y se contrastan las mediciones realizadas antes y después de la administración del broncodilatador.
Es aconsejable tomar ciertas precauciones antes de la espirometría, incluyendo:
- Use ropa cómoda
- Evite la exposición a los desencadenantes del asma
- No coma una comida grande antes del examen para facilitar la respiración.
- Su médico le puede decir si usted debe dejar de tomar un medicamento por un tiempo antes de hacerse la prueba.
Limitaciones de la prueba
Es importante que los pacientes sigan las instrucciones correctamente, ya que los resultados pueden ser sesgados si el paciente no coopera adecuadamente.
Riesgos
La espirometría generalmente es una prueba segura, aunque usted puede experimentar dificultad para respirar o mareos después de la prueba. Debido a que requiere un poco de esfuerzo, no se hace en aquellas personas que han tenido un ataque cardíaco reciente u otras afecciones cardíacas. En raras ocasiones, el examen causa problemas respiratorios graves, como neumotórax.
Parámetros espirométricos
En general, los resultados de la prueba también se presentan en forma de un lazo de flujo volumétrico, es decir, un gráfico que muestra el flujo de aire y el volumen. La forma del bucle de volumen de flujo también puede ayudar a determinar el tipo de trastorno respiratorio. Existen dos tipos principales de espirometría: simple y forzada.
Espirometría forzada
Consiste en una exhalación forzada en el espirómetro seguida de una inhalación forzada. Se obtiene una espirometría forzada:
- Capacidad vital forzada (CVF). Indica el volumen de aire exhalado con el máximo esfuerzo y velocidad después de inhalar lo más profundamente posible. Una lectura más baja de lo normal indica una respiración restringida.
- Volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV-1, o FEV-1). Esta es la cantidad de aire que los pulmones pueden exhalar en el primer segundo durante una exhalación forzada. Esta lectura ayuda a su médico a evaluar la gravedad de sus problemas respiratorios. Un FEV1 bajo indica una obstrucción significativa.
- VEF-1/CVFC (VEF1%). Basándose en las mediciones del VEF1 y de la CVF, el médico calcula el porcentaje y los resultados se comparan con los valores de personas de estatura, sexo, etnia y grupo de edad similares. No debe confundirse con el índice de Tiffeneau.
- Flujo espiratorio forzado (FES). Una exhalación forzada es el flujo (o velocidad) de aire que sale durante la parte central de una exhalación forzada. Los intervalos habituales son del 25%, 50% y 75% de las CVF. También puede ocurrir como un flujo promedio a lo largo de un intervalo delimitado por fracciones de sociedades instrumentales, típicamente del 25% al 75% (FEF25-75).
- Flujo máximo (PEF). Es el caudal (o velocidad) máximo alcanzado durante la maniobra de exhalación forzada. Es muy dependiente del esfuerzo. Generalmente se mide usando un medidor de flujo máximo.
Espirometría simple
En este tipo de espirometría, la exhalación en el espirómetro es lenta. El paciente inhala completa y lentamente todo el aire de sus pulmones o viceversa: el paciente exhala completamente e inhala lentamente al máximo. Se obtiene una espirometría simple:
- Volumen actual (CV o VC) o volumen tidal (TV o VT). El volumen de aire que entra o sale de los pulmones durante la respiración normal o involuntaria.
- Volumen de la reserva inspiratoria (IRV, o VRI). Es el volumen de aire que se puede inhalar más allá del volumen tidal (CV) durante la respiración profunda (forzada).
- Volumen de la reserva espiratoria (ERV, o VRE). Este es el volumen adicional de aire que puede ser exhalado después de una exhalación normal.
- Volumen residual (RV, o VR). Este es el volumen de aire en los pulmones al final de la exhalación forzada. Es imposible medir el volumen con espirometría.
- Capacidad vital (CV). La cantidad máxima de aire que una persona puede expulsar de sus pulmones después de una inhalación máxima. Es igual a la suma del volumen de la reserva inspiratoria, el volumen tidal y el volumen de la reserva espiratoria.
- Capacidad para inspirar (CI, o CI). Esta es la cantidad máxima de aire que usted puede inhalar.
- Capacidad residual funcional (FRC o FRC). El volumen de aire en los pulmones al final de una exhalación normal.
- Capacidad pulmonar total (TLC). Es la cantidad total de aire que los pulmones pueden contener, es decir, la suma de la capacidad vital y el volumen residual.
El volumen tidal, la capacidad vital, la capacidad inspiratoria y el volumen de la reserva espiratoria se pueden medir directamente con un espirómetro.
Los volúmenes y capacidades pulmonares se refieren al volumen de aire asociado a las diferentes fases del ciclo respiratorio.
Ventilación máxima voluntaria (MVV, o VMV)
La ventilación máxima voluntaria (VMV) es una medida de la cantidad máxima de aire que se puede inhalar en un minuto. Para la comodidad del paciente, se realiza en 15 segundos y se extrapola a un minuto. Los valores normales para hombres y mujeres son 140-180 y 80-120 litros por minuto respectivamente.
Patrones espirométricos típicos
Modelo de obstáculos
El asma, la EPOC o el enfisema son ejemplos.
- FVC normal o baja
- FEV1 bajo
- FEV1 / VFVC bajo
- PEF bajo
- Baja MMEF
Régimen restrictivo
Ejemplos: fibrosis pulmonar, síndrome de dificultad respiratoria neonatal, debilidad de los músculos respiratorios, neumotórax, etc.
- Bajo CVF
- FEV1 normal o bajo
- VEMS1/VF CVF normal
- FHMME normal
Patrón mixto
- Bajo CVF
- FEV1 bajo
- FEV1 / VFVC bajo
- Baja MMEF