Coprolalia
Etimología
Coprolalia: Del griego antiguo κόπρος (kópros, “excremento”) + λαλιά (laliá, “hablar”).
La coprolalia enfermedad neurológica que afecta los impulsos del habla y resulta en el uso incontrolable e involuntario de malas palabras, palabras despectivas u otras palabras o expresiones que tienden a ser consideradas ofensivas o socialmente inaceptables.
Signos y síntomas
Además de la repentina explosión de palabras, el discurso en sí puede ser más fuerte o pronunciarse en un tono diferente al normal. Esta afección tiende a estar asociada con el síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que causa tics o movimientos incontrolables. Con menos frecuencia, puede ser un síntoma de otros trastornos neurológicos.
Aunque la coprolalia a menudo se asocia principalmente con una persona que involuntariamente dice malas palabras, puede involucrar el uso de cualquier palabra que se considere inapropiada. Por ejemplo, una persona con la enfermedad puede inadvertidamente pasar por alto insultos raciales o usar palabras que pueden ser consideradas vulgares. Esto puede causar vergüenza o ansiedad social en personas con esta enfermedad. Además de decir palabras en voz alta, la enfermedad también puede llevar a una persona a repetir mentalmente palabras inapropiadas, lo que dificulta la concentración.
Causas
Se cree que la coprolalia es el resultado de un tipo de disfunción de ciertos neurotransmisores, las sustancias químicas que el cerebro transporta por todo el cuerpo.
Los neurotransmisores envían mensajes desde el cerebro a diferentes partes del cuerpo que desencadenan movimientos u otras acciones. Si algo anda mal con el transporte de neurotransmisores, puede llevar al cuerpo a producir erróneamente impulsos que el cerebro no quiere. Esto puede conducir a movimientos y al habla incontrolables.
No sabemos de manera concluyente qué causa estas fallas de los neurotransmisores en el cerebro de una persona, pero creemos que la genética es un posible culpable.
Tratamiento
Debido a que la causa exacta de la coprolalia no se conoce con certeza, no existe una cura comprobada, pero usted puede tratar de reducir la prevalencia y la gravedad de las recaídas incontrolables.
Uno de los tipos más comunes de opciones de tratamiento es el uso de la toxina botulínica, también conocida comúnmente como Botox, un tipo de bacteria tóxica que puede ser inyectada cerca de las cuerdas vocales. El Botox paraliza temporalmente los músculos cerca del sitio de la inyección y puede calmar los ataques verbales, pero generalmente no reduce su prevalencia.
Algunas personas pueden encontrar un aumento en la frecuencia del habla incontrolable cuando experimentan altos niveles de estrés, de modo que algunos pacientes pueden encontrar trabajo con un terapeuta para aprender ejercicios de reducción del estrés que ayuden a reducir la gravedad de la afección.