Tiempo de protrombina (TP)
El tiempo rápido es una medida del tiempo que tarda la sangre de un paciente con plasma en coagularse. Un técnico de laboratorio puede analizar una muestra para determinar el tiempo de protrombina, o un paciente puede usar un kit para hacerlo en casa. Otras pruebas para medir la coagulación pueden ser parte de un estudio de diagnóstico para obtener una imagen completa de la salud general del paciente e identificar problemas específicos en la sangre del paciente. Muchas clínicas y hospitales pueden hacer esta prueba en sus propios laboratorios para proporcionar resultados rápidos.
En la prueba de sincronización de protrombina, el técnico rota una muestra de sangre para separar el plasma antes de añadir calcio y tromboplastina. El técnico fija un temporizador y espera a que la sangre se coagule. Para personas sanas, toma entre 11 y 13 segundos. Muchos laboratorios utilizan una medida llamada Índice Internacional Estándar, que compara los resultados de laboratorio de una muestra de control, para expresar los valores de tiempo de la protrombina. Los valores normales están entre 1,0 y 1,4. El uso de una relación permite a los médicos interpretar consistentemente las lecturas de diferentes laboratorios o lotes de tromboplastina.
Una de las razones para solicitar esta prueba de laboratorio es para probar la respuesta del paciente a los anticoagulantes. Un paciente puede tomar estos medicamentos para romper coágulos o tratar sangre anormalmente espesa coagulando rápidamente. Mientras toman anticoagulantes, las personas necesitan exámenes de sangre regulares para verificar el tiempo de protrombina. Particularmente la sangre delgada puede ser una preocupación, ya que puede predisponer al paciente a riesgos graves de hemorragia interna. Pueden pasar varios días antes de que los medicamentos o los cambios de dosis surtan efecto, y un médico puede vigilar de cerca a un paciente hasta que la sangre se coagule constantemente.
Antes de la cirugía, una prueba de tiempo de protrombina puede ser parte de la evaluación preoperatoria para asegurar que el paciente es un buen candidato. Si la sangre de la paciente es anormalmente delgada, puede experimentar sangrado excesivo durante la cirugía. Puede ser necesario proceder de todos modos, pero se necesita un cuidado especial para proteger la salud del paciente. Para los procedimientos electivos, el cirujano puede esperar a que la sangre del paciente se coagule de manera más confiable.
En pacientes con sospecha de trastornos hemorrágicos, este examen puede ser parte de la evaluación diagnóstica. Las tasas de coagulación anormalmente rápidas o lentas son un signo de un problema sanguíneo. Otras pruebas pueden revelar la fuente del problema o proporcionar pistas que el médico puede utilizar para investigar la causa. A medida que el paciente es tratado, el médico puede ordenar exámenes de sangre periódicos para ver si el paciente responde e identificar posibles complicaciones o efectos secundarios peligrosos.