Espasticidad

La espasticidad es un trastorno de control muscular caracterizado por músculos tensos o rígidos y una incapacidad para controlarlos. Además, los reflejos pueden persistir durante mucho tiempo y ser muy fuertes (reflejos hiperactivos).

Signos y síntomas

Los síntomas de espasticidad pueden incluir:

  • Aumento del tono muscular
  • Reflejos hiperactivos
  • Movimientos involuntarios, que pueden incluir espasmos (caminar a paso rápido y/o contracción muscular involuntaria sostenida) y clonación (una serie de contracciones rápidas involuntarias).
  • Disminución de la capacidad funcional y retraso en el desarrollo del motor
  • Postura anormal
  • Contracturas (contracción permanente de músculos y tendones debido a rigidez y espasmos severos y persistentes)
  • Defectos óseos y articulares

La espasticidad suele afectar a los músculos necesarios para estar de pie, como los pies, la ingle, el muslo, la pantorrilla y la espalda. La espasticidad leve puede afectar la manera en que usted camina, interferir con sus movimientos, o puede tomar más esfuerzo para moverse y limitar sus posibilidades. La espasticidad severa puede ser dolorosa y puede llevar a un grado de discapacidad.

Causas

La espasticidad es causada por un desequilibrio en las señales del sistema nervioso central, es decir, del cerebro y la médula espinal a los músculos. Este desequilibrio se encuentra a menudo en personas con:

Complicaciones

Cuando no se controla la espasticidad, el acortamiento permanente de los músculos y tendones puede llevar a la parálisis de la articulación, una afección llamada contractura articular.

Diagnóstico

La espasticidad generalmente se diagnostica después de la aparición de un trastorno neurológico. El médico revisará la historia clínica y llevará a cabo un examen físico. Su médico puede revisar los medicamentos que usted ha tomado y determinar si hay antecedentes de trastornos neurológicos o musculares en su familia.

Para confirmar el diagnóstico, se pueden realizar pruebas para evaluar los movimientos de brazos y piernas, la actividad muscular, el rango de movimiento pasivo y activo y la capacidad para realizar actividades de autocuidado.

Tratamiento

Actualmente no existe cura para la espasticidad severa. Sin embargo, hay varias opciones de tratamiento disponibles para controlar sus síntomas. Estos son, en particular:

  • Terapia de rehabilitación. La terapia de rehabilitación generalmente se realiza en una clínica, hospital o en el hogar. Puede incluir cualquier combinación de terapia del habla o terapia ocupacional. Los programas de fisioterapia y terapia ocupacional, incluyendo estiramiento muscular y ejercicios de rango de movimiento, y algunas veces aparatos de ortodoncia, pueden ayudar a prevenir la reducción de tendones.
  • Medicamentos orales. Los medicamentos orales pueden ayudar a algunas personas a tratar los síntomas de la espasticidad. El tratamiento de la espasticidad puede incluir medicamentos como baclofeno, tizanidina, dantroleno, diazepam o clonazepam.
  • Neurocirugía. Los procedimientos quirúrgicos incluyen la rizotomía dorsal selectiva, durante la cual se cortan las raíces de los nervios dorsales (sensoriales).
  • Terapia de inyección. La terapia de inyección es generalmente administrada por grupos musculares específicos (por ejemplo, mano, pie, hombro). Se pueden utilizar para relajar músculos específicos.
  • Cirugía ortopédica. Las cirugías ortopédicas incluyen procedimientos de tejido blando tales como transferencias de tendones y osteotomías (cortar un hueso para cambiar su alineación). Se puede recomendar la cirugía para la liberación de tendones, para cortar la vía musculoesquelética o para la implantación de una bomba de baclofeno (tratamiento intratubárico).