Apraxia del habla
La apraxia del habla o apraxia verbal es un trastorno motor del habla en el que una persona tiene dificultad para decir lo que quiere decir correcta y sistemáticamente.
No se debe a debilidad o parálisis de los músculos del habla (músculos faciales, de la lengua y de los labios). Muy a menudo, la persona con apraxia verbal sabe exactamente qué decir, pero aún así no puede decirlo. La gravedad de la apraxia del habla puede variar de leve a grave.
Los dos tipos principales de este trastorno son el desarrollo y la adquisición. La apraxia verbal adquirida tiende a ser el resultado de enfermedades o lesiones que pueden afectar el cerebro. Las personas con accidente cerebrovascular pueden desarrollar esta afección y pueden combinarse con otros trastornos del lenguaje, como debilidad física que afecta la pronunciación de las palabras. Los traumatismos craneales, como las conmociones cerebrales graves o las enfermedades que causan inflamación del cerebro, también pueden causar apraxia del habla. En el caso de la patología del habla y del lenguaje, la condición puede ser temporal o permanente, dependiendo de la extensión de las lesiones.
La apraxia del desarrollo del habla es algo que puede comenzar a demostrar que los niños comienzan a hablar con mayor fluidez, generalmente a la edad de tres o cuatro años. Sin embargo, podría perderse, pero la incapacidad de decir lo que se necesita a menudo no pasa desapercibida cuando los niños entran en la escuela formal. Ya sea antes o después de la escuela, los niños que pueden tener esta enfermedad son llamados especialistas para tratar de diagnosticarla. Los exámenes específicos realizados por los patólogos del habla y del lenguaje pueden reducir los trastornos del habla, y otros síntomas como la falta de coordinación o dificultades en la lectura o las matemáticas también pueden sugerir esta afección.
La apraxia verbal en los niños puede manifestarse en la incapacidad de decir las palabras que conocen, las palabras que repiten, las sílabas mezcladas, el énfasis en las sílabas equivocadas, el hecho de conocer una palabra un día y no el siguiente, el hecho de decir una palabra una sola vez, sin poder repetirla. Es importante entender que estos “síntomas” no son necesariamente apraxia verbal. Algunos niños pueden tener trastornos del habla que se parecen a la apraxia, pero no lo son. Esta es la razón por la que las reuniones con un patólogo del habla y el lenguaje se utilizan para hacer un buen diagnóstico. Algunas personas también trabajan con neurólogos, especialistas en oído, nariz y garganta, médicos u otros, ya que algunas áreas pueden requerir de un profesional médico para confirmar el diagnóstico.
Cuando se diagnostica la apraxia verbal, el objetivo principal es apoyar a la persona tanto como sea posible a través de la terapia del habla, lo que puede ayudar a aumentar el número de palabras que se pueden hablar. Cualquier problema de aprendizaje también puede ser resuelto. En algunos casos, la tecnología ayuda a las personas con este trastorno porque un número de personas pueden aprender o ya tienen las habilidades para escribir material que puede ser utilizado para comunicarse a un nivel superior.